El Volante: El símbolo del cambio en la movilidad.
Hoy damos por hecho que un coche se conduce girando un volante. Pero, ¿sabías que eso no siempre fue así? En los inicios del automóvil, los vehículos se manejaban con una palanca de dirección, parecida a un timón de barco o una manivela. Se trataba de una forma de conducir dura y muy poco precisa.
En MOTIO, donde se forma el futuro de la automoción, también miramos hacia atrás para entender cómo hemos llegado hasta aquí. Y la historia del volante es una de esas historias que marcan un antes y un después.
Un francés con visión: Alfred Vacheron
Corría el año 1894. Se celebraba la primera carrera automovilística de la historia, desde París hasta Ruán. En ella, un ingeniero llamado Alfred Vacheron decidió innovar. En lugar de usar la clásica palanca para girar las ruedas, instaló un volante en su Panhard & Levassor equipado con un motor Daimler.
¿El resultado? Mejor control, más precisión al tomar curvas y mayor velocidad de conducción. Aunque terminó en el puesto 11, el volante se quedó para siempre.
De lo mecánico a lo multifuncional
En las décadas siguientes, el volante evolucionó tanto en forma como en funciones. En los años 50, por ejemplo, Mercedes-Benz integró la palanca de cambios en la columna de dirección, lo que permitía liberar espacio en el habitáculo.
Con el paso del tiempo, el volante pasó de ser un simple aro para girar las ruedas a convertirse en un centro de control:
- Airbags
- Botones para controlar el audio
- Cambios secuenciales
- Sensores táctiles
- Asistentes de conducción autónoma
¿Y el futuro?
En la actualidad, los volantes están cambiando otra vez. Algunos prototipos de coches eléctricos y autónomos ni siquiera tienen volante tradicional. Marcas como Tesla, Lexus o BMW ya experimentan con volantes tipo «yugo», más parecidos a los de un avión. Y con los coches autónomos, muchos fabricantes se plantean eliminarlo por completo.
En MOTIO también transformamos la automoción
En MOTIO también creemos en dar ese giro hacia el futuro. Escuchamos al sector, nos adaptamos a sus cambios y formamos a los profesionales que los talleres necesitan hoy y mañana.
Y tú, ¿te imaginas conduciendo sin volante? O mejor aún… ¿te imaginas siendo parte de la próxima evolución?